sábado, enero 13, 2007

Juega con la cadena, pero deja tranquilo al Mono

Un silencio inquietante ha interrumpido a mediados de esta semana el peculiar debate entre escritores de la isla acerca de la rehabilitación pública de ciertos ejecutores castristas. La circulación de los iracundos emails cesó casi de súbito este miércoles(10 de enero), justo cuando parecía que el asunto se tornaba interesante.

Se sabe que había una reunión de un selecto grupo de intelectuales de entre los que iniciaron la pequeña rebelión, y el ministro de cultura, Abel Prieto. ¿Qué ha pasado? Nadie lo sabe, al menos nadie con quien yo tenga contacto aquí en Europa o en Estados Unidos... Y de Cuba no espero ya noticias. Evidentemente, el asunto tiene que haber estremecido la estructura político-represiva del régimen y algunas cabezas pudieran haber volado, de entre los millares de agentes(lo sé bien) encargados de hacer funcionar los filtros y los tapones de los servidores de correo electrónico...

No hablo por hablar, ni sospecho por paranoico. Quizás alguien no conozcan que Cuba es uno de los países más atrasados del mundo en cuanto al uso de las nuevas tecnologías, y uno de los primeros en reprimir a los pocos que, de manera legal o ilegal, logran conectarse a internet.

Para ilustrar hasta qué punto está controlado, no ya Internet, sino el uso de las inocentes cuentas de correo que usan el conocido protocolop pop3(mediante el cual se pueden recoger los emails sin necesidad de tener pleno acceso a la WWW), me permitiré una pequeña anécdota.

Puedo dar fé de que estos "administradores", siempre supervisados por las osas(famosas y tenebrosas) fuerzas de la Seguridad del Estado, llamaron a parientes y amigos míos y de gente que conozco, para advertirles que podían perder sus cuentas de email(y otras cosas) a causa de ciertos comentarios...Un comentario subversivo fue, por poner un ejemplo, decirle a un amigo adolescente muy aficionados a la cibernética, para animarlo a que no dejara la universidad, como pretendía, que cuando las leyes cubanas cambiaran me gustaría abrir con él un cibercafé en nuestro pueblo natal. Oh, sacrilegio; oh imperdonable incitación a instaurar el Capitalismo...Basta si les digo que ni siquiera disimularon el hecho de que estaban leyendo correspondencia privada; lo privado en Cuba, perotenece sólo al ámbito de la vida personal de Fidel Castro

Y pensándolo bien, se preguntarán ustedes, ¿cómo es que, si en Cuba es tal la censura y tan raro el uso de Internet, estos señores intelectuales lograron armar tal revuelo antes de que los sabuesos pudieran impedirlo? ajaja, qué buena pregunta!

En Cuba, si eres un escritor conocido, lo más conocido posible, tienes posibilidades de pertenecer a la élite. Puedes viajar al extranjero, tener correo electrónico(una cuenta pop3, sin acceso a la WWW, pero en casos notorios incluso con full access a ésta), gozar determinada protección contra los excesos policiales y toda una serie de pequeños(y a veces grandes)privilegios, así cómo cierta licencia para jugar con la cadena. Eso si, al mono hay que dejarlo tranquilo.

Tales privilegios se deben a que el régimen tiene un miedo visceral a los intelectuales, esos que tradicionalmente, ayudados por la feroz ambigüedad de la palabra, han sido los únicos en atreverse a protestar, esos mismos que, en el fondo, nunca han podido ser totalmente sometidos. Y tienen razón con temerles, porque, por poner sólo los ejemplos más conocidos, los casos de Heberto Padilla y Raúl Rivero, todavía están pagando el terrible error político de haberlos encarcelado.

Pero mucho me temo que esta vez los escritores involucrados en la polémica molestaron al mono, de tanto jugar con la cadena. No olvidemos que los viejos represores reinvidicados por Cubavisión eran gente de confianza de Quién, cuando estos fueron destituidos para limpiar la imagen del régimen, no era sino una parte importante de la cadena, pero que ahora es nada menos que el Mono: Raúl Castro.


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