Reproduzco a continuación, a modo de carta abierta, el correo electrónico que le envié a un grupo de escritores cubanos(que viven dentro), a propósito de la (ongoing) polémica desatada en el ámbito cultural de la isla a causa de la reciente serie de homenajes rendidos por la TV(oficial, se sobreentiende, porque otra no hay) a algunos de los más despiadados represores de la Revolución durante los años 60s y 70s del siglo XX:
Queridos Reynaldo, Antón, Senel y Rebeca, Jorge Ángel, Arturo, Angelito
Santiesteban, Eduardo, Waldo, Amir, queridos todos:Acabo de leer una buena compilación de correos intercambiados por ustedes
en Cuba. Uhmm, se me pone la carne de gallina con todo esto.
Les sorprenderá un poco este correo, porque a la mayoría de ustedes no los veo
desde hace muchos años y a los otros casi ni les escribo..., pero la verdad
es que se me ha calentado la sangre. Ahora bien: Como yo no soy un
revolucionario, y como nunca lo fuí, y como además por edad no padecí el
Pavorato, y encima como desde hace ya cinco años vivo en el exilio más puro y
duro, parece que no tengo mucho que aportar a este debate; pero, aparte de
reiterarles mi cariño y apoyo incondicional (si es que lo aceptan de este
guajiro refunfuñón echado por el Destino(como Barry Lyndon) en la extraña
Germania), a pesar de todo me gustaría sumar unas pocas palabras a lo ya
dicho.
Está claro que los Pavones y los Sergueras, como los zombies, son bestias
fáciles de resucitar porque nunca fueron enterradas, y porque, esta vez como
los vampiros, pertenecen a un vampiro mayor o al mismísimo Señor de las
Tinieblas, que es en definitiva quien manda o quien hace que corra la sangre
de los inocentes. Pero ya esto lo ha dicho alguien más, y encima todos los
sabemos muy bien.
Como muchos de ustedes no olvidarán quizá, fueron innumerables las ocasiones
en que las fauces de la Seguridad del Estado y sus compinches del Partido(o
viceversa) se abrieron para tragarme, tal vez aprovechando la circunstancia
de que todos ustedes, en la Habana, estaban demasiado lejos como para
escuchar mis pataleos, allá en aquella pocilga de Ciego de Avila. Me dieron
de patadas en los calabozos, me amenazaron y vejaron, y muchos en el “ámbito
cultural” me menospreciaron y ningunearon durante años. Nadie, nunca, me
quiso dar trabajo en Ciego de Avila, ni siquiera de almacenero en una Casa de
cultura.
¿Y cuándo ocurrió todo esto? Por supuesto que no fue durante el famoso
Pavonato, durante el cual yo no tenía más de cuatro años, sino en un período
de tiempo que va desde mediados de los años 80s, todos los años 90s y casi
hasta el mismísimo 2002, cuando casi por puro milagro de Abel y creo que de
Barnet me dejaron salir del país hacia Berlín, después de haberme acosado
hasta el último minuto a nivel de los recientemente reverdecidos CDRs, como
parte de la Batalla de Ideas y con el consentimiento de Cultura, del Partido
y de todos. A propósito, les cuento: mis sabuesos avileños estaban
envalentonados, porque, según me contó alguno de ellos, los dientes afilados
y la lengua babeante de rabia, después de que Abel interviniera en mi
defensa la último vez, Sacha(quien también tantas veces tuvo que correr a
causa de mi pellejo, gracias viejo) y otros funcionarios declararan a quien
quisiera oírlos, que “la próxima ” nadie me iba a defender. Servido en
bandeja de plata!
Aparte de eso, yo estaba servido en bandeja de Plata por la Asociación
Hermanos Saíz y por Alpidio Alonso, sencillamente porque en una de las
reuniones preparatorias del Congreso de ésta(al cual me habían elegido
delegado directo o algo así, ya no recuerdo bien, y al cual en definitiva
nunca asistí), y ante el servilismo generalizado, me había atrevido a decir
que no debíamos hacer un Congreso para complacer a Aquél(Fidel Castro) que
había decretado por años la suspensión de tal evento, desde los tiempos de la
AHS de Eloisa Carreras, cuando los artistas jóvenes todavía se atrevían a
decir unas cuantas cosas a ese mismo poder que ahora los amenaza a ustedes, y
que ya a mi no me puede tocar, gracias a la mediación de Dios y del Océano
Atlántico.
Ya sé, ya sé, no crean que olvido que gracias a muchos de ustedes y a unos
cuantos más y al hecho de que nunca cometí otro delito que llamar las cosas
por su nombre y tener la lengua larga, no pasé nunca más de dos semanas en
los calabozos. Gracias a eso y a que la máxima autoridad de la cultura no era
entonces PaVoR, sino Abel Prieto. Pero es que en cierto sentido yo era un
privilegiado, porque era un escritor joven(ya no tanto, que horror!) conocido
y porque encima tenía el apoyo de algunos de ustedes, con influencias
allaaaaá, en La Habana. Pero ¿y qué pasó con los que no tenían tales
privilegios? Pues se pudrieron en la cárcel, y después al exilio, siempre al
exilio. Y hablo de escritores: los otros, sean inocentes o no, que se jodan,
aunque se trate de “no revolucionarios no contrarrevolucionarios”, esa
categoría tan rara o zombi ideológico que parece existir en Cuba.
Lo que quiero decir es que el Monstruo siempre estuvo y está ahí, listo para
dar el zarpazo, porque no existen contrapesos que estabilicen la política del
país; no existe la Razón, sino la caprichosa y a veces antagónica voluntad de
unos pocos y la sumisión del rebaño.
Queridos míos, yo estaré rezando por ustedes en los tres idiomas en que
pudiera hacerlo, por si Dios entiende alguno de ellos. Temo por todos
ustedes. Creo que necesitan de mucha suerte y de la ayuda de Dios.
Un fuerte abrazo, desde Colonia, Alemania
Jorge Luis Arzola
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1 comentario:
Eres maravilloso. Te descubri a traves de Armengol. Algo distinto, algo que quiero entender.
"Ciego de Avila...Holguin......allaaaa en La Habana"....Le traes a este viejo de 64 anos un nuevo mensaje. un mensaje mas pragmatico, realista.
Me fui de Cuba, antes que aparecieran las UMAP, y simplemente porque habia que "ser" o "no ser"....Me estas dando la vision que "estas vacas sagradas" no quieren o no pueden dejar de ser revolucionarias, o al menos, reinventarse a si mismas.
Ah, otra cosa, esto no ha sido polemica para mi. Es protesta de lo que esta en la gaveta de su dolor personal.De lo que existe en las otras gavetas, no quieren o no pueden, no ya protestar, pero ni siquiera enterarse.
Evasion o personalidad multiple es el precio de sentir el orgullo de estar "dentro".
Una salomonica solucion seria que 11 millones emigraran, para conseguir la salud mental.
Te visitare a menudo, pues estoy impresionado con tu blog.
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