Hace unos días se desarrolló en la Habana la Feria Internacional de la Informática 2007, bajo la atenta mirada del ex ministro del interior Ramiro Valdés, convertido ahora por obra y gracia del castrismo en flamante ministro de Comunicaciones. De comunicaciones no sabe ni jota este depredador de los derechos más elementales de los cubanos; más bien es especialista en lo contrario, es decir, en impedir que los cubanos se comuniquen.
Cuentan quienes han tenido el dudoso privilegio de conocer las interioridades de la cúpula revolucionaria que es proverbial la enemistad entre el susodicho ministro y el actual Presidente Interino de Cuba, y que su nombramiento se debió fundamentalmente a la necesidad de enviar un fuerte mensaje de unidad ante el cierto vacío de poder que crearía la muerte del demiurgo de la Revolución Cubana. Lo creo. No cabe dudas de que esta banda de poderosos malandrines es capaz de todo, empezando por unirse, cuando se trata de conservar sus inmensos privilegios.
Pero por supuesto lo que en realidad motivó tan estrafalario nombramiento para una cartera tan importante fue el miedo, el terror que Raúl Castro y su hermano le tienen a las nuevas tecnologías de la comunicación, una esfera llena de profesionales un poco raros, que en su gran mayoría se niegan a usar en su vida laboral la jerga revolucionaria del momento, y que se pasan la vida delante de las computadoras, a veces sumergidos
por días en los códigos fuentes de programas informáticos totalmente indescifrables por los políticos, y aún por la mayoría de los llamados profesores de los joven club de computación formados hace pocos años gracias a una de las costosas y absurdas campañas de Fidel Castro(y cuyos cursos muchas veces se reducen a enseñar cómo hacer un documento de presentación en power point de Microsoft)...
Nada que ver con esos; los informáticos son otra cosa en general. Tienen un sentido gremial muy bien definido, como los artistas; algunos son incluso artistas ellos mismos, como un hobby, y otros muchos son amigos de artistas o de intelectuales, a los cuales ayudan siempre que pueden, ya sea imprimiendo sus manuscritos, produciendo su música por las noches en los ordenadores de las empresas, o resolviendo una pieza hardware de reemplazo.
Tienen algo de artistas, lo cual asusta al grupúsculo(ellos si que son un grupúsculo) de malandrines que dirige al país. Los intelectuales solos ya son un problema para el régimen, y un mal ejemplo. Son una especie de casta nunca totalmente sojuzgada por el poder. De modo que con ellos basta; no hay que andarse con muchas contemplaciones con estos informáticos, que en definitiva son quienes manejan el mercado negro de piezas de repuesto para ordenadores personales, y de cuentas de acceso a Internet, que a veces son usadas por los periodistas independientes y demás disidentes para "sacar" información del país.
Como es natural, el relajito de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) era algo que no iban a tolerar y que a la larga iba a desatar la más celosa(y costosa) atención que el régimen le ha dedicado nunca a ningún sector. Y tienen razón los esbirros cibernéticos, porque naturalmente no hay nada más difícil de controlar que una escurridiza red de computadoras. Hay miles de formas de transmitir datos sin que ningún filtro, ojo u oído sea capaz no ya de interceptarlo, sino simplemente de captar su fluido. Basta con un poco de conocimiento, dos computadoras conectadas y la voluntad de quienes las operan para que al final los espías terminen siendo unos pobres personajes del pasado, definitivamente más apropiados para personajes de novela policial que para agentes contemporáneos.
Todavía recuerdo cómo, desde mi casa en Ciego de Avila, y muchas veces acompañado por colegas escritores, iniciaba a medianoche mis inolvidables fugas a través del mar cibernético, usando sólo un viejo módem de 56 Kb/seg y mi no menos inolvidable primer ordenador, comprado y traído heroicamente de España a principios de 1999. Primero, nos fijábamos que el tipo de Guardia del CDR no estuviera por allí, entonces marcábamos y, tras aquel delicioso ruidito del módem estableciendo comunicación con el servidor, a volar por el mundo, a visitar páginas cuyos autores no tenían reparos en decir lo que les diera la gana del Hijo de Puta en Jefe, o de quien fuera.
Sé bien que aquellos que dentro de Cuba han tenido el privilegio de volar una vez a través de la línea telefónica, o del muy raro(en Cuba) DSL, no se conformará ya nunca con tener acceso a la ridícula Intranet castrista. Se arriesgarán, como yo lo hice, para conseguir acceso a la red de verdad, y lo conseguirán una y otra vez, por mucho que los persigan. Desde aquí garantizo que lo harán los muchachos de la UCI, los tronados el año pasado y los que no lo fueron. Y en cuando a los perros de presa: que se cuiden los jefes, porque muchos de esos lo son solo a medias, y los abandonarán a la primera oportunidad, como aquel Eric de la Red de Cultura en Ciego de Avila, que tan celoso parecía y que les "vendió el cajetín" a la primero oportunidad, creo que en Oslo o en Zurich.
Cuentan quienes han tenido el dudoso privilegio de conocer las interioridades de la cúpula revolucionaria que es proverbial la enemistad entre el susodicho ministro y el actual Presidente Interino de Cuba, y que su nombramiento se debió fundamentalmente a la necesidad de enviar un fuerte mensaje de unidad ante el cierto vacío de poder que crearía la muerte del demiurgo de la Revolución Cubana. Lo creo. No cabe dudas de que esta banda de poderosos malandrines es capaz de todo, empezando por unirse, cuando se trata de conservar sus inmensos privilegios.
Pero por supuesto lo que en realidad motivó tan estrafalario nombramiento para una cartera tan importante fue el miedo, el terror que Raúl Castro y su hermano le tienen a las nuevas tecnologías de la comunicación, una esfera llena de profesionales un poco raros, que en su gran mayoría se niegan a usar en su vida laboral la jerga revolucionaria del momento, y que se pasan la vida delante de las computadoras, a veces sumergidos
por días en los códigos fuentes de programas informáticos totalmente indescifrables por los políticos, y aún por la mayoría de los llamados profesores de los joven club de computación formados hace pocos años gracias a una de las costosas y absurdas campañas de Fidel Castro(y cuyos cursos muchas veces se reducen a enseñar cómo hacer un documento de presentación en power point de Microsoft)...
Nada que ver con esos; los informáticos son otra cosa en general. Tienen un sentido gremial muy bien definido, como los artistas; algunos son incluso artistas ellos mismos, como un hobby, y otros muchos son amigos de artistas o de intelectuales, a los cuales ayudan siempre que pueden, ya sea imprimiendo sus manuscritos, produciendo su música por las noches en los ordenadores de las empresas, o resolviendo una pieza hardware de reemplazo.
Tienen algo de artistas, lo cual asusta al grupúsculo(ellos si que son un grupúsculo) de malandrines que dirige al país. Los intelectuales solos ya son un problema para el régimen, y un mal ejemplo. Son una especie de casta nunca totalmente sojuzgada por el poder. De modo que con ellos basta; no hay que andarse con muchas contemplaciones con estos informáticos, que en definitiva son quienes manejan el mercado negro de piezas de repuesto para ordenadores personales, y de cuentas de acceso a Internet, que a veces son usadas por los periodistas independientes y demás disidentes para "sacar" información del país.
Como es natural, el relajito de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) era algo que no iban a tolerar y que a la larga iba a desatar la más celosa(y costosa) atención que el régimen le ha dedicado nunca a ningún sector. Y tienen razón los esbirros cibernéticos, porque naturalmente no hay nada más difícil de controlar que una escurridiza red de computadoras. Hay miles de formas de transmitir datos sin que ningún filtro, ojo u oído sea capaz no ya de interceptarlo, sino simplemente de captar su fluido. Basta con un poco de conocimiento, dos computadoras conectadas y la voluntad de quienes las operan para que al final los espías terminen siendo unos pobres personajes del pasado, definitivamente más apropiados para personajes de novela policial que para agentes contemporáneos.
Todavía recuerdo cómo, desde mi casa en Ciego de Avila, y muchas veces acompañado por colegas escritores, iniciaba a medianoche mis inolvidables fugas a través del mar cibernético, usando sólo un viejo módem de 56 Kb/seg y mi no menos inolvidable primer ordenador, comprado y traído heroicamente de España a principios de 1999. Primero, nos fijábamos que el tipo de Guardia del CDR no estuviera por allí, entonces marcábamos y, tras aquel delicioso ruidito del módem estableciendo comunicación con el servidor, a volar por el mundo, a visitar páginas cuyos autores no tenían reparos en decir lo que les diera la gana del Hijo de Puta en Jefe, o de quien fuera.
Sé bien que aquellos que dentro de Cuba han tenido el privilegio de volar una vez a través de la línea telefónica, o del muy raro(en Cuba) DSL, no se conformará ya nunca con tener acceso a la ridícula Intranet castrista. Se arriesgarán, como yo lo hice, para conseguir acceso a la red de verdad, y lo conseguirán una y otra vez, por mucho que los persigan. Desde aquí garantizo que lo harán los muchachos de la UCI, los tronados el año pasado y los que no lo fueron. Y en cuando a los perros de presa: que se cuiden los jefes, porque muchos de esos lo son solo a medias, y los abandonarán a la primera oportunidad, como aquel Eric de la Red de Cultura en Ciego de Avila, que tan celoso parecía y que les "vendió el cajetín" a la primero oportunidad, creo que en Oslo o en Zurich.
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3 comentarios:
!!que razones tienes !, el pensamiento no hay quien lo frene, y la creatividad se amolda, pero nunca llega a someterse.
Con eso es lo que contamos, con el verdadero "hombre nuevo".
Por pacifico que sea el cambio, sera una debacle, porque el que a hierro mata, a hierro muere. entonces, que diran los que apoyaron el cuartel, a los esbirros vestidos de patriarcas?. El invento del "enemigo" les ha dado resultado, hasta ahora, pero....hasta cuando?
Lo del Eric es tipico de la doble moral y la multiple personalidad. Quizas a estas alturas, haya aprendido a vivir solo con una. Es lo que yo llamo "la otra revolucion", aprender quien de verdad eres, y ser como tal. Asi unicamente haremos pais.
Este escrito me puso nostalgica recordando el ruidito del modem conectando con el servidor. No es que sienta nostalgia por tanto miedo y represion si no por los amigos que nos alejamos por culpa del dictador y por los que quedan alla tratando de conseguir un modem o una cuenta para de alguna manera "volar a lejanas regiones" en busca de libertad al menos libertad virtual.
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