domingo, junio 03, 2007

Cuando despertó, el Comunismo ya no estaba allí

En 1988 Jan Grzebski tuvo un accidente de trabajo. Se golpeó en la cabeza nada menos que con el vagón de un tren. Sufrió daños cerebrales considerables, según sus médicos, y su familia se dispuso a esperar su muerte en un plazo no mayor de tres años.

Pero el tiempo pasó, y con él el Comunismo, gracias a Dios y a la Perestroika, y el señor Grzebski no despertó de su largo sueño sino hasta el pasado 19 de abril, según destacan hoy diferentes medios de prensa europeos. Evidentemente, muchas cosas han cambiado en su país, Polonia, durante todos esos años, y así lo celebra el afortunado ferroviario en algunas de sus declaraciones a la prensa.

Una historia triste, pero bonita, sin dudas. ¿Se pueden ustedes imaginar que los cubanos nos acostemos a dormir y que al despertar el comunismo no sea sino apenas una negra pesadilla en la historia? El señor Grzebski tuvo suerte en más de un sentido, el principal de ellos el no haber sido cubano. De lo contrario, hubiera podido parodiar cierta frase de Monterroso elevada por la exageración a la categoría de cuento: "Cuando despertó, el Comunismo todavía estaba allí".

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, ¿y la respuesta a La Jiribilla que prometiste?