Pero el tiempo pasó, y con él el Comunismo, gracias a Dios y a la Perestroika, y el señor Grzebski no despertó de su largo sueño sino hasta el pasado 19 de abril, según destacan hoy diferentes medios de prensa europeos. Evidentemente, muchas cosas han cambiado en su país, Polonia, durante todos esos años, y así lo celebra el afortunado ferroviario en algunas de sus declaraciones a la prensa.
Una historia triste, pero bonita, sin dudas. ¿Se pueden ustedes imaginar que los cubanos nos acostemos a dormir y que al despertar el comunismo no sea sino apenas una negra pesadilla en la historia? El señor Grzebski tuvo suerte en más de un sentido, el principal de ellos el no haber sido cubano. De lo contrario, hubiera podido parodiar cierta frase de Monterroso elevada por la exageración a la categoría de cuento: "Cuando despertó, el Comunismo todavía estaba allí".
Blogged with Flock
1 comentario:
Bueno, bueno, ¿y la respuesta a La Jiribilla que prometiste?
Publicar un comentario